lunes, 31 de agosto de 2009

Como todos los meses de agosto

Agosto se muere otro año más. Extraño agosto éste, por cierto. Es curioso descubrir cómo tus prioridades van cambiando a lo largo de los años. Lo que hace unos años era un mes asociado a la fiesta y al decaimiento (y posterior muerte) de miles de neuronas, este año ha sido un mes de cambios y de llantos, de inestabilidades...

Tengo cierta ansia por volver a la monotonía del curso, del otoño, del invierno... Pero lo que tal vez se me escapa es que esa monotonía también va a cambiar, tampoco va a ser igual. Me voy a tener que acostumbrar a una soledad que odio, pero que sé que necesito. Ya sé que estar solo y sentirse solo son dos conceptos diferentes, pero yo los suelo relacionar bastante a menudo. Creo que tendré que aprender a disfrutar de mí un poco. O tal vez debería volver a la época en la que mataba a mis neuronas sin complejos. Con menos neuronas es probable que le diera menos vueltas a todo. ¿No?

No hay comentarios: