viernes, 17 de septiembre de 2010

Ilusiones rotas

Creo que tengo en alguna parte de mi interior (no sé muy bien el lugar en el k está ubicada, pero creo k la siento entre la garganta y el estomágo) una makinika k fabrica ilusiones todo el rato. Y digo k las fabrika porque si sólo las almacenara se habrían acabado ya y ya no me quedarían. Así k he llegado a la conclusión de k las fabrika kasi al mismo ritmo k se van rompiendo. Y no sé si esto es bueno o malo, porque debo tener la makinika un poco estropeada y se empeña en fabrikar todas las ilusiones iguales. Y claro, como son todas iguales, esto lleva a k siempre me ilusione con lo mismo y a k, irremediablemente, acaben todas hechas añikos una vez detrás de otra.

Y claro, el asunto es k kuando se te rompen te kedas bastante mal (debe ser k la zona entre la garganta y el estomágo es muy sensible y de ahí la mala gana k se me pone...) Pues hoy me ha pasado eso a las 7 y cuarto de la mañana. Demasiado temprano, supongo (eso me pasa por madrugar tanto). Mi makinika se había encargado de k yo me volviera a creer, una vez más, k soy importante para él y k, al igual k otras personas importantes, kiere k esté presente en los momentos k para él son importantes.Yo pensaba k las mejores amigas no se perdían ninguna de estas cosas. Pero no es así. Yo no estoy a ese nivel y él no va a permitir k lo esté nunka. Así k compartirá ese momento importante con los k él considera importantes y a mí me lo kontará por teléfono mientras yo estoy en otra parte, cuanto más lejos de allí, mejor; para k así ninguno de los k estén allí con él pueda sikiera llegarse a imaginar k él, a pesar de los años y de las kosas k han pasado, a veces, en algún pekeño momento fugaz me considera importante (o tal vez ni eso, ya no lo sé)

Yo lo intenté; intenté k me invitara a ir. Y cuando no lo hizo la makinika de ilusiones hizo k pensara k a lo mejor no era el día para esas kosas, k no era el día para invitar a nadie. Pero la makinika se volvió a equivocar. No era el día para invitarme a mí. Ese día será otro, otro día en el k no haya nadie más para poder verme.

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