jueves, 1 de octubre de 2009

Abajo las hombreras

No es justo. Existen leyes super chorras. Leyes de difícil aplicación. Y también leyes que no se cumplen. Y hasta leyes que no son necesarias. E incluso leyes que son para romperlas. Yo creo que debe hacer prácticamente una ley para todo. O para casi todo. Porque yo no consigo entender como a nadie se le ha ocurrido hacer una ley que prohiba terminantemente el regreso de la moda de los 80. Esos pelos cardados, esos calentadores y, sobre todo, esas hombreras... Oh, Dios mío, qué espanto.

Todo esto es algo que yo siempre he pensado, pero nunca me había preocupado en exceso. Confiaba en la existencia de una cierta 'cordura global' en el mundo de la moda. Pero no amigos, está demostrado que todo vuelve si eres capaz de conservarlo en el armario el tiempo suficiente. El otro día entré una tienda de ropa y descubrí a un maniquí con hombreras. Y luego a otro, y a otro y a otro... ¿Significa eso que en un corto espacio de tiempo todas volveremos a ir con hombreras y a parecer jugadores de rutby? Sí, significa justo eso. Con todo lo terrible que esta circunstancia conlleva.

¿Y todo por qué? Pues por no hacer una buena ley a tiempo. Claro. Así nos va.

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