martes, 10 de julio de 2007

En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar la libertad.

Ignoro dónde vive, qué lengua habla,
de qué color tiene la piel, cómo se llama...
pero, en este mismo instante,
cuando tus ojos leen mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto de animal acosado
mientras muerde sus labios
para no denunciar a los amigos. ¿Oyes?

Un hombre solo grita maniatado,
existe en algún sitio.
¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?

Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.

No hay comentarios: