viernes, 25 de septiembre de 2009

Te pensaré lejos, muy lejos

...Y así será más fácil. No echaré de menos tu ausencia porque te imaginaré a 12.000 kilómetros de mí. Realmente es más o menos la distancia a la que ahora te encuentras, aunque estés tan sólo a unos pasos. ¿Cómo hemos sido capaces de complicarlo todo tanto? Creo que las preguntas sin respuesta se llaman retóricas...
No te voy a pedir permiso para mandarte de viaje a la otra punta del mundo, tampoco tú lo hiciste para encerrarme en casa y tapiar puertas y ventanas. Pero como te quiero tanto,(y creo que te querré siempre, es una de esas certezas que sólo se tienen una vez en la vida), te voy a pensar allá, en mis antípodas, feliz, triunfador, admirado, rodeado de todas las mujeres bellas del mundo, de esas que siempre estuvieron delante de mí. Eso ya lo tienes aquí, lo sé, pero si te parece lo exageraré un poco. Vamos allá. Te veo caminar contoneándote en una recogida de premios, oyendo aplausos en estéreo, con esa medio sonrisa que tanto me gustaba; o te intuyo entrando a un restaurante de moda, con los brazos asidos por chicas despampanantes; o en el acceso VIP del concierto más VIP del mundo mundial, llevando a todos tus amigos, y después invitándoles a todo lo mejor. Así te dejaré en mi pensamiento, te guste o no. Tú, feliz; yo, feliz.

Y así, cuando vea todos los días a “tu doble", sabré que es sólo eso: "tu doble". Porque tú estás tan lejos que es imposible que pueda verte. ¿Quién dijo que no había nada imposible? Esto no es retórica, hay imposibles, lo confirmo.

(Suspiro hondo y punto final, un momento para no llorarte, y a seguir hacia delante. Podemos. Puedo)

P.D.: Perdona que no me despida de ti, aunque quizá no te has dado ni cuenta.

No hay comentarios: