viernes, 20 de noviembre de 2009

Asumir

Hay que ver lo rara que suena la palabra 'asumir'. Es un verbo que suena extraño al oído, no me digáis que no. Pues bien, yo he descubierto que además de sonar raro también es muy raro que el ser humano sepa practicar su significado. Yo por lo menos no sé. Asumir, según la RAE, quiere decir aceptar. Yo me atrevería a añadir 'aceptar con resignación'. Y he ahí la dificultad. Aceptar las cosas no es nada fácil casi nunca. A mí por ejemplo me resulta tremendamente complicado asumir que no me quieren. Ayer, una amiga me medio abrió los ojos: '¿Por qué en vez de justificarlo, asumes que no te quiere? Si te quisiera estaría contigo y no lo está. Y no lo está porque simple y llanamente no te quiere. Asúmelo'. Mentiría si no dijera que sus palabras me dieron que pensar. Y mucho. No tienen nada de especial. Yo ya me las había dicho a mí misma muchas veces. Pero a veces necesitas oírselas a otra persona. Aunque te caigan como un chorro de agua fría. Y no es fácil, la verdad. Porque cuando lo has dado todo, lo decible y lo indecible, para conquistar a alguien y no lo has conseguido es muy difícil retirarse con el rabo entre las piernas. Te entra un complejo de inferioridad tremendo, porque piensas que lo que han conseguido otras tú no lo has hecho. Y claro, te sientes un poco mierda y bastante frustrada.

Pero bueno, de lo que me dí cuenta ayer es de que el secreto está en esa extraña palabra: 'asumir'. No se puede vivir para sufrir, ni se puede obligar a nadie a que sienta cosas que no siente. Por eso, en vez de justificar las cosas (no, él necesita estar sólo, él no puede estar con nadie... pero yo sé que en el fondo me quiere) se debe asumir que no es cierto. No me quiere. Y si lo hiciera lo superaría todo y probaría a estar conmigo. Punto.

Y claro, asumir no es lo mismo que dejar de sentir, pero bueno, tal vez sea el primer paso, no? Y, aunque resulte un poco duro, siempre será mejor que seguirme autoengañando.

Dicen en mi pueblo que lo que no puede ser, no puede ser y encima es imposible. Pues eso. A asumirlo toca.

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